Hoy la Alianza de Trabajadores de la Cadena Alimenticia está lanzando la versión en español de su reporte: “NO SOMOS DESECHABLES: Trabajadores de alimentos organizándose frente de COVID.”  Lanzado originalmente en febrero del 2021, el reporte documenta los devastadores y desproporcionados impactos de COVID-19 en los trabajadores en la cadena alimenticia, especialmente para los trabajadores Negros y Latinos, y expone como la pandemia ha exacerbado los problemas que vienen desde antes para los trabajadores en el sector de alimentos. El reporte cuenta con entrevistas y análisis sobre las tendencias de cómo los trabajadores se están organizando en respuesta de la crisis, desde el lanzamiento de una huelga y paros hasta protestar por condiciones peligrosas, presentando demandas contra mega corporaciones, peleando por protecciones legales, exigiendo pago por trabajo peligroso y fondos para trabajadores excluidos, y formando nuevos sindicatos  y organizaciones de trabajadores para construir poder. 

El reporte describe las tendencias en las experiencias de trabajo en cada paso de la cadena de alimentos a través de las industrias—desde granjas hasta las plantas de procesamiento, almacenes, restaurantes, tiendas, y más. Los trabajadores de alimentos han estado en la primera línea de la pandemia de COVID-19, proveyendo servicios esenciales mientras los casos aumentaban. 

“Entramos en huelga porque a la compañía no le importó darnos protecciones básicas, y siguió exponiendonos para qué nos enfermamos o nos muriéramos. Por semanas le exigimos a que la compañía nos dejara seguir el distanciamiento social a través de no terminar el programa de horarios escalonados para reducir el número de trabajadores que tuvieran contacto con sí mismos. Aunque la compañía restituyo el programa después de la huelga, sabemos que la pelea no se ha terminado, seguiremos peleando hasta que nos traten con dignidad.” 

  — Trabajador de avicultura de George en Springdale, Arkansas 

 

“Trabajamos durante el virus, usamos máscaras pero todavía así nos empezamos a enfermar. Continuamos trabajando con lo que empezó como una fiebre y otros síntomas de COVID-19.  Tres semanas después, con dolor y fiebre, la compañía dijo que todos los trabajadores tenían que tomar el examen del coronavirus. El resultado salió positivo. Luego el patrón dijo que no podíamos trabajar, y envió a tres de nosotros a la casa para estar en cuarentena. Teníamos miedo de conseguir ayuda médica, tuvimos que usar remedios caseros para combatir el dolor y para curarnos. Estuvimos solos, solamente las personas que nos mandaban comida podían dejar la comida y luego se iban. Es injusto—tenemos que tener mejor protección porque hubiéramos podido prevenir esta situación. ¡Somos seres humanos y merecemos ser protegidos!”

— Erika, trabajadora de empaque de manzanas, Condado de Oswego, Nueva York 

 

Yo hago como $1,000 al mes en ventas. No es lo suficiente para pagar el alquiler, definitivamente no es lo suficiente para ponerse al día con los pagos. La ciudad no nos ha ayudado, el gobierno no nos ha ayudado. No califico ni un centavo para el paquete de estímulo. Soy indocumentada, y nosotras no calificamos para nada. Hay una moratoria de alquiler hasta marzo 2021. Me da miedo de que cuando esto acabe me echarán, y no podré conseguir otro apartamento. ¿A dónde iré? No tengo un trabajo seguro ya que las ventas varían de día a día. Me ayudaría el perdón del alquiler ya que no veo cómo me podría poner al día con los pagos. 

— Sonia, vendedora ambulante en la Ciudad de Nueva York 

 

Siento muy fuertemente que necesitamos más que las ganancias que podríamos ganar bajo lo que básicamente se siente como un tiempo de plaga. Los trabajadores de Caribou merecen tener el tiempo pagado para cuidar a sus familiares…merecemos un salario más alto. Merecemos tener tiempo pagado y asegurado por enfermedad para todos. Hay tantas cosas que como trabajadores nos hemos dado cuenta que necesitamos pero que no tenemos…estas son cosas que amo de mi trabajo las cuales me han hecho quedarme. Gracias al hecho de que organizamos, me he quedado. Tengo mucha fe de que podemos construir algo mejor para nosotras mismas. 

— Lux, trabajadora de Caribou en Minneapolis, Minnesota 

 

“Los empleados supuestamente tienen que ser prioridad. Después de lo que vi, usted me está diciendo que mi seguridad no es importante y que su ganancia si lo es.” 

— Mark, trabajador de la empacadora Mars Candy en Joliet, Illinois

 

“Los impactos del COVID en los trabajadores de alimentos, los cuales este reporte describe,  demuestran las maneras en que nuestro sistema de alimentos y de labor explotan y tratan a los trabajadores como desechables. Aun así, incluso mientras los trabajadores de alimentos encuentran increíbles desafíos, han acelerado su organización para ganar protecciones en el trabajo. Las historias en este reporte elevan como los trabajadores se han estado organizando para mantener sus lugares de trabajos seguros y seguir apoyando a sus comunidades. Si más trabajadores tuvieran el poder de levantarse en sus trabajos, menos trabajadores tendrían que sufrir enfermedades y muertes prevenibles a causa del COVID.” 

— Sonia Singh, Alianza de Trabajadores de la Cadena Alimentaria

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FCWA Report-Spanish FINAL – 10.4

Around the globe, hundreds of millions of food workers make it possible for the world to eat. Almost all the food we eat passes through the hands of workers who plant, harvest, process, transport, prepare, sell, and serve it. Labor is essential to our food system. Yet workers throughout the food system are treated as disposable at every stage, while their labor and this exploitation remain invisible to many.

The profit-driven, corporate consolidation of the food industry and the structures of global capitalism allow this exploitation to continue. This race to the bottom in food economies does not only impact workers, it impacts everyone. The cycle of producing cheap food has led to extreme degradation of our health and environment.

This corporate-driven system continues to be facilitated through acts of colonialism and imperialism and protected by racist systems that criminalize migrants and black and brown communities around the globe.

We are joining social movements around the globe in the counter-mobilization to the 2021 U.N Food Systems Summit that has been organized to reinforce corporate control over food and agriculture, while attempting to weaken the voice of civil society, grassroots and worker movements in the global food system.

As La Via Campesina writes: “The UN Food Systems Summit 2021 has been hijacked by Corporate Interest and aims to lay the foundation for an agribusiness take over of agriculture in the coming decades.”

We are supporting the efforts of our allies and members fighting for food sovereignty who are leading the call for a people-centered summit.

#FoodSystems4People
#FoodSystems4Workers

 

This week, the U.S. Senate parliamentarian ruled against the inclusion of initial immigration reform measures in the federal budget reconciliation package. As legislators consider additional avenues for advancing immigration reform, the Food Chain Workers Alliance, farmworker members, and over 50 labor, food and other organizations released a letter urging President Biden, Secretary of Agriculture Tom Vilsack, and legislators to abandon the proposed Farm Workforce Modernization Act (FWMA) and its harmful measures such as mandatory E-Verify, and instead deliver meaningful and just pathways to citizenship for farmworkers and others..

Upon the release of the letter, advocates issued the following statements:

“Whether through the FWMA, the federal budget or any other vehicle, tying immigration status to immigration enforcement, mandatory E-Verify, and labor exploitation is unacceptable,” said Fabiola Ortiz Valdez, Food Chain Workers Alliance.  “Farmworkers and essential workers who risked their lives to provide food for this country during the pandemic deserve an immediate and clear path to legalization.”

“We must develop a path to citizenship for farmworkers and the millions of other immigrant essential workers who are a huge part of our economy and food system. Immigration reform must be just to the people who have been working to feed us for decades. The FWMA’s proposed expansion of the H-2A program is anything but, as it worsens the conditions that make workers vulnerable to abuse,” said Nezahualcoyotl Xiuhtecutli, Farmworker Association of Florida.

“Immigrant farmworkers deserve much more than the FWMA. My first job in the U.S was harvesting blueberries in the spring of 2004, since then I have seen farmworkers give their best years to agriculture including my mother. She started as a farmworker in 1999 and then became a crew leader serving the industry until 2015. Like her, many farmworkers have done it all, from planting to harvesting, all four seasons of the year. Now, most of the workers I know are either too old to work in labor intensive agricultural jobs or have transitioned to other industries equally essential,” said Jose Eduardo, Lovelace Fellow with the American Friends Service Committee Pan Valley Institute. “We need meaningful and inclusive immigration policies that recognize the contributions, rights, and dignity of all farmworkers. AFSC calls on legislators to oppose the FWMA and instead put forward humane policies that protect the labor and human rights of farmworkers. Farmworker communities deserve the opportunity to obtain permanent immigration status and citizenship, along with equal access to all social programs and legal protections including the right to organize and exercise their labor rights.”

“As essential workers and grassroots farmworker movement leaders that work alongside family farmers, and in dangerous exploitative conditions in corporate agri-business, the value of our labor in the food system must be recognized. We are humans like everyone else, with families and a stake in our communities, this democracy, economy and culture. We need a fair chance towards legalization, not further exploitation. We will continue to persevere in building a healthy food system for all and commit to protect the air, land and water that feed our nation,” said Rosalinda Guillen, Community 2 Community

“At a time when employers are struggling to find workers, why would any place of employment endorse more restrictions to keep workers out? E-verify is a highly flawed database that keeps millions out of the workforce. It was designed to address immigration challenges but it has clearly failed in that quest. Meanwhile America’s economy is hungry for workers. Congress needs to scrap E-verify and ensure more workers can work legally and safely, without the fear of retaliation,” said Jessica E. Martinez, Co-executive director, National COSH

“Instead of the reactionary FWMA, Farmworkers deserve immediate and unconditional legalization. Farmworkers are on the frontlines of the pandemic, keeping our food system afloat. They have been deemed “essential,” but most of them dehumanized as “illegal.” Instead of the FWMA, Congress should ensure that all undocumented workers, including farmworkers have a just and immediate path to citizenship,” said Janeita Lentz co-chair Immigrants’ Rights Working Group of Democratic Socialists of America 

Photo: Edgar Franks

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September 22, 2021

Dear President Biden, Secretary of Agriculture Tom Vilsack, and members of the Senate Judiciary Committee,

We are a group of farmworker organizations, and food justice, labor, and immigrant rights groups from across the country. We urge you to oppose The Farm Workforce Modernization Act (FWMA) and ensure that it does not pass into law.

This bill, which was first introduced in 2019, creates a limited and complicated path to legal status for farmworkers, expands an already exploitative H-2A program without necessary oversight, and unfairly makes the E-Verify system mandatory for the entire agricultural industry.

FWMA would require farmworkers to devote up to eight years of back-breaking labor in agriculture—an industry with extremely low wages and high injury rates—before they can even qualify for citizenship.

To make an already lengthy and complicated path even worse, the bill expands the flawed H-2A program by extending the program into new industries and year-round work for the first time, and freezing the Adverse Effect Wage Rate (AEWR) which will lower wages for many farmworkers.

H-2A workers’ immigration status is tied to one employer and workers are isolated in rural farming locations with little access to support, making it much more challenging to speak out about exploitation.  When H-2A workers do report violations, they often face retaliation. Despite this, many H-2A workers courageously come together to expose violations in their workplaces.  By linking the H-2A program to immigration reform this harmful bill amounts to a major giveaway to the grower lobby at the expense of workers. Immigration pathways should not be used to allow for labor exploitation of immigrant workers.  

Making E-Verify mandatory for the entire agricultural industry will hurt farmworkers and set a dangerous precedent. Mandatory E-verify will worsen the criminalization of immigrants in farmworker communities and will expose undocumented farmworkers to more immigration enforcement.

While farmworkers desperately need stronger protection, including the right to organize and access to legal status, this bill is not the answer. The proposed bill does nothing to address the root causes of labor exploitation that farmworkers face on a daily basis and would ultimately make conditions even more difficult for farm workers across the country.

It is not the time to revive legislation crafted under the Trump administration, giving huge concessions to the grower lobby by linking the H-2A program to immigration reform.  Instead, farmworkers, who have sacrificed so much during COVID-19 to ensure our food security, and all essential workers need an immediate and just pathway to citizenship.

Our collective health depends on the safety and well-being of the people working tirelessly to feed our communities, and migrant and undocumented workers deserve the opportunity to obtain immigration status and citizenship, along with equal access to all social programs and legal protections including the right to organize.

Please listen to the voices of farmworker leaders who will be negatively impacted by this bill and make sure that FWMA does not pass into law.

Signed:

Agricultural Justice Project

Alianza Agrícola

ALMAS/Graton Day Labor Center

American Friends Service Committee

Border Agricultural Workers Project

California Institute for Rural Studies

CATA – The Farmworker Support Committee

Catholic Charities of Tompkins/Tioga

Cocina Compartida de Trabajadores Cooperativistas (CCTC)

Cincinnati Interfaith Worker Center

Communications Workers of America (CWA) Local 4319

Community to Community Development

Community Voices for Immigrant Rights

Democratic Socialists of America

Fair World Project

Familias Unidas por la Justicia

Farmworker Association of Florida

Farmworker Self-Help

Florida People’s Advocacy Center

Food Chain Workers Alliance

GLOBAL LABOR JUSTICE-INTERNATIONAL LABOR RIGHTS FORUM

HEAL (Health, Environment, Agriculture, Labor) Food Alliance

IATSE LOCAL 52/IRONWORKERS LOCAL 580

Iowa Citizens for Community Improvement

Justice for Migrant Families Western New York

Justicia for Migrant Workers

La Semilla Food Center

Las Vegas DSA (Las Vegas chapter of Democratic Socialists of America)

Laundry Workers Center

Migrant Justice / Justicia Migrante

Migrant Legal Aid

National Council for Occupational Safety and Health (National COSH)

National Family Farm Coalition

National Immigrants’ Rights Working Group of DSA

National Latino Farmers & Ranchers Trade Association

Partners for Dignity and Rights

Pioneer Valley Workers Center

Restaurant Opportunities Center of DC (ROC-DC)

Rural & Migrant Ministry Inc.

Rural Community Workers Alliance

San Francisco Living Wage Coalition

Street Vendor Project

Street Vendors Of Chicago (SVAC)

Trade Justice Alliance

Tri-Cities Immigrant Coalition

Venceremos

Vermonters for Justice in Palestine

Warehouse Workers for Justice

WeCount!

Worker Justice Center of NY

Workers Center of Central NY

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Estimado presidente Biden, Secretario de Agricultura Tom Vilsack y miembros del Comité Judicial del Senado:

Somos un grupo de organizaciones de trabajadores agrícolas y grupos de justicia alimentaria, laborales y de derechos de los inmigrantes de todo el país. Les pedimos que se opongan a la Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola (FWMA) y se aseguren de que no se convierta en ley.

Este proyecto de ley, presentado por primera vez en 2019, crea un camino limitado y complicado hacia el estatus legal para los trabajadores agrícolas, expande un programa H-2A que explota a trabajadores sin la supervisión necesaria, e injustamente hace que el sistema E-Verify sea obligatorio para toda la industria agrícola.

FWMA requeriría que los trabajadores agrícolas dediquen hasta ocho años de trabajo agotador en la agricultura–una industria con salarios extremadamente bajos y altas tasas de lesiones– antes de que puedan calificar para la ciudadanía.

Para empeorar aún más un camino ya largo y complicado, el proyecto de ley amplía el programa H-2A defectuoso al extender el programa a nuevas industrias y al trabajo durante todo el año por primera vez, y congelar la Tasa de Salario de Efecto Adverso (AEWR), que reducirá los salarios para muchos trabajadores agrícolas.

El estatus migratorio de los trabajadores H-2A está vinculado a un empleador y los trabajadores están aislados en lugares agrícolas rurales con poco acceso a apoyo, lo que hace que sea mucho más difícil hablar sobre la explotación. Cuando los trabajadores H-2A reportan violaciones, a menudo enfrentan represalias. A pesar de esto, hemos visto a muchos trabajadores H-2A unirse valientemente para exponer violaciones en sus lugares de trabajo.

Al vincular el programa H-2A con la reforma migratoria, este proyecto de ley dañino representa un gran regalo para el lobby de los agricultores a expensas de los trabajadores. Las vías de inmigración no deberían utilizarse para permitir la explotación laboral de los trabajadores inmigrantes.

Hacer que E-Verify sea obligatorio para toda la industria agrícola perjudicará a los trabajadores agrícolas y creará un precedente peligroso. La verificación electrónica obligatoria empeorará la criminalización de los inmigrantes en las comunidades de trabajadores agrícolas y expondrá a los trabajadores agrícolas indocumentados a una mayor aplicación de la ley de inmigración.

Si bien los trabajadores agrícolas necesitan desesperadamente protecciones, incluyendo el derecho a organizarse y acceder a un estatus legal, este proyecto de ley no es la respuesta adecuada. El proyecto de ley propuesto no hace nada para abordar las causas fundamentales de la explotación laboral que los trabajadores agrícolas enfrentan a diario y, en última instancia, dificultará aún más las condiciones para los trabajadores agrícolas en todo el país.

Este no es el momento de revivir la legislación elaborada bajo la administración Trump, dando enormes concesiones al lobby de los productores y vinculando el programa H-2A con la reforma migratoria. En cambio, los trabajadores agrícolas, que han sacrificado tanto durante el COVID-19 para garantizar nuestra seguridad alimentaria, y todos los trabajadores esenciales necesitan un camino inmediato y justo hacia la ciudadanía.

Nuestra salud colectiva depende de la seguridad y el bienestar de las personas que trabajan incansablemente para alimentar a nuestras comunidades, y los trabajadores migrantes e indocumentados merecen la oportunidad de obtener el estatus migratorio y la ciudadanía, junto con el acceso equitativo a todos los programas sociales y protecciones legales, incluido el derecho a organizarse.

Escuchen las voces de los líderes de los trabajadores agrícolas que se verán afectados negativamente por este proyecto de ley y asegúrense de que FWMA no se convierta en ley.